El certificado refuerza el compromiso y la garantía de que el Consejo Regulador y sus bodegas adoptan el más exigente control de calidad internacional del sector.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen León acaba de obtener la acreditación de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), adoptando y cumpliendo así, de manera estricta, la norma internacional de calidad UNE-EN ISO 17065. Esta acreditación refuerza el compromiso de garantía de calidad de la DO León y de sus bodegas con las más exigentes condiciones de calidad internacionales, lo que supone un valor de confianza para el consumidor y una mayor agilidad en la comercialización.
La modificación de la Ley de la Viña y del Vino de Castilla y León por la Ley Agraria de Castilla y León, así como del Reglamento de las Denominaciones Geográficas de Calidad Alimentaria, que entró en vigor en enero de 2019, conforman el marco normativo de la comunidad autónoma en materia de calidad diferenciada, adaptada al marco legal de la Unión Europea, ahora definido por el reglamento 1308/2013.
Una de las cuestiones más determinantes de este nuevo marco normativo es la obligación de que las denominaciones de origen vínicas de Castilla y León se acrediten en la norma UNE-EN-ISO 17065 sobre evaluación de la conformidad que define los requisitos para organismos que certifican productos, procesos y servicios. La norma ISO 17065 especifica los criterios generales que debe seguir un organismo de certificación de producto para que sea reconocido a nivel nacional, europeo e internacional, como competente, y se acredite la extrema rigurosidad de sus controles. Representa la máxima garantía para los consumidores y mejoran sus condiciones para competir en los mercados nacionales e internacionales.
La Denominación de Origen León inició los trámites para obtener la acreditación en el año 2019, con la previsión de concluirla en 2020, pero el proceso se retrasó en todos los casos por la paralización administrativa a la que obligó el covid-19. Sin embargo, tanto Consejo Regulador como las bodegas acogidas ya se habían adaptado al nuevo sistema de calidad de forma preliminar. Para llevar a cabo el proceso con éxito, la dirección técnica de la DO León informó a las bodegas sobre los cambios que debían afrontar. Además, el Consejo Regulador se sometió a una auditoría por parte de ENAC que fue superada sin ningún problema y con gran facilidad después de tres días de riguroso control técnico.
Para llevar a cabo este nuevo y eficiente proceso de certificación ha sido necesario adaptar los capítulos e instrucciones técnicas de control del Consejo Regulador y la implicación activa de las bodegas. Éstas, además del obligado cumplimiento del Pliego de Condiciones, deberán asumir el autocontrol del producto (análisis de muestras y registros) y la auto-calificación de las partidas de uva y vino. Por su parte, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen León verificará el cumplimiento de ese autocontrol, tomará muestras para la verificación, realizará los seguimientos y concederá los certificados de calidad. Por último, ENAC avala el sistema de control del Consejo Regulador siempre y cuando, como es preceptivo, el Pliego de Condiciones haya sido aprobado previamente por el Itacyl.
ENAC entiende que esta a acreditación es una herramienta cada vez más utilizada por las empresas “al encontrar en ella un valor añadido en términos de seguridad”. Reconocida y aceptada en más de cien países, “posibilita la apertura a nuevos mercados y facilita el acceso a compras públicas”. Con este paso, la Denominación de Origen León cumple con el requerimiento de la OCM que obliga a todos los órganos de control de los consejos reguladores europeos a seguir las exigencias de la norma UNE-EN ISO/IEC 17065.
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