Nace hoy la Denominación de Origen León y con ella se abre un tiempo y un horizonte nuevos para todos nosotros y para nuestros vinos de Albarín y Prieto Picudo. Un tiempo de ambición y orgullo. Ambición para seguir creciendo y creyendo. Y orgullo de lo que somos, de lo que hacemos, de y por aquello en lo que creemos. Y también de lo que queremos ser.